Acaba de ser aprobado el proceso constructivo del puente móvil que unirá la localidades de Erandio y Barakaldo para peatones y ciclistas. La Diputación de Bizkaia invertirá 26 millones en la obra, y los trabajos de construcción llevarán unos 3o meses. Los 125.000 habitantes que suman ambas localidades podrán ahora transitar a pie o en bicicleta sobre la ría que las divide. El proyecto final ha sido mejorado al incluir una plaza sobre la lámina de agua, con la que Erandio ganará casi dos mil metros cuadrados de espacio urbano.
Un puente móvil
El puente une las 240 metros que separan a los dos localidades sin afectar a la navegabilidad de la ría. Aunque su longitud total es de 460 metros al integrar el diseño un aterrizaje en las orillas que hace más suave la pendiente. El ancho útil es de seis metros, tres para uso de peatones y 3 para uso de ciclistas.
A nivel técnico se apoya sobre 12 pilas ancladas al lecho de roca y distribuidas en dos tramos fijos y dos móviles. El vano central, que acota el canal de navegación, tiene una luz de 60 metros, sus dos vanos contiguos tienen una luz de 20 metros. El resto de los vanos, los que llegan hasta las orillas, tienen una luz de 27 metros. Los dos tramos móviles se abren girando en el sentido de las agujas del reloj.
El canal navegable bajo el puente tiene una anchura de 50 metros y un gálibo bajo el tablero de 6,5 metros en pleamar, por tanto la mayoría de los barcos pueden pasar con el puente cerrado. Se estima que el puente se abrirá dos veces por semana para el paso de embarcaciones mayores.
Las pilas, los estribos y los lastres se realizarán en hormigón armado, la sección estructural en diferentes aceros en función de los requerimientos mecánicos de cada parte. Los resultados de la campaña geotécnica nos han llevado a reforzar las cimentaciones y las pilas de la estructura, para adecuarlas a los distintos esfuerzos a los que estarán sometidas.
El diseño de este puente es obra de Mike Schlaich, referente mundial en este tipo de estructuras, y en el proyecto vamos de la mano de la ingeniería alemana SBP.